Por @FundarMexico y @ManoVuleta_AC

“Decidí aprender a acompañar y formarme en esto porque sabía que en algún momento alguien cercano a mí podría necesitarlo.” Nancy, hablante de ayuujk, es una de las acompañantas que forma parte de la Red de Juventudes Indígenas y Afromexicanas por el Derecho a Decidir, jóvenes indígenas y afromexicanas que, desde 2021, se han formado en el estado de Oaxaca y ahora a nivel nacional, a través de procesos descentralizados para poder brindar acompañamiento cercano, libre de prejuicios y sin discriminación a mujeres y personas gestantes que deciden abortar en sus entornos comunitarios.

En 2019, en Oaxaca, con la despenalización del aborto, la interrupción del embarazo debe ser un servicio gratuito, accesible, aceptable y de calidad, con perspectiva de género e interculturalidad. Esto implica que deben estar disponibles los insumos, el personal y el equipo necesario, así como garantizar que la información brindada sea clara, culturalmente apropiada, oportuna y sin sesgos ideológicos y religiosos. Sin embargo, a casi cinco años de la despenalización, hay muchas barreras que impiden a las mujeres y personas que deciden gestar acceder a este derecho. El servicio está centralizado; solo hay 12 unidades de atención para el aborto seguro para los 570 municipios de la entidad y el 75% no cuenta con servicios de traducción en lenguas originarias, lo que representa una barrera importante para la comunicación con población indígena y afromexicana. Además, existe un desconocimiento y exclusión de los saberes y la medicina ancestral en estos servicios.

La situación de Oaxaca es una muestra de lo que sucede en el país. Si bien en los últimos años ha habido avances legales e institucionales muy importantes, como la interrupción voluntaria del embarazo hasta cierto número de semanas en casi la mitad de las entidades, o que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado que ninguna mujer o persona que decide gestar puede ser criminalizada por ejercer su derecho a decidir, aún persisten muchos retos para acceder al aborto. Por ejemplo, 18 entidades aún tipifican el delito de aborto y criminalizan a quienes ejercen este derecho o a quienes les asisten.

Además, en su mayoría, las instituciones de salud no realizan abortos usando los métodos más seguros y recomendados. Prueba de ello es que, entre 2021 y 2023, 7 de cada 10 abortos realizados en instituciones de salud fueron mediante legrado uterino instrumental, un procedimiento en desuso, doloroso y con mayor riesgo sobre el más seguro, que es el uso de pastillas de misoprostol y mifepristona.

Otro reto importante es respecto a los recursos que el Estado destina para salud sexual y reproductiva (SSyR), incluidos los servicios de aborto seguro. Diversas organizaciones hemos dado seguimiento al presupuesto; desde Fundar hemos identificado que en 2023, la Secretaría de Salud Federal (SSA) no asignó recursos del Ramo 12 para el aborto seguro sin dar explicación alguna y en 2024 dio solo 13 millones para todo el país. Esto, a pesar de que la propia SSA publicó en 2022 unos lineamientos técnicos para la atención del aborto seguro, que son obligatorios para todas las instituciones de salud.

Por ello y ante este contexto, desde hace varios años distintas organizaciones y colectivas en todo el país han apostado por acompañar a las mujeres que deciden abortar. Particularmente, en 2021, en Oaxaca, desde Mano Vuelta creamos la Red de Juventudes Indígenas y Afromexicanas por el Derecho a Decidir, la cual socializa en las comunidades narrativas a favor de la SSyR y acompaña en la interrupción del embarazo de una manera cercana, con perspectiva intercultural, libre de racismo y discriminación. La Red también ha favorecido la apertura de espacios comunitarios con personal de salud y escuelas, donde a través de jornadas, ferias, talleres y usando metodologías lúdicas, las niñeces y juventudes “aprenden jugando”, colectivizan saberes e integran nuevos conocimientos y significados sobre sexualidad, y particularmente sobre el derecho a decidir.

Hasta ahora, se han formado tres generaciones de acompañantas y la Red ha seguido creciendo y fortaleciéndose. El pasado mes de agosto, en el Campamento Nacional de Acompañantas, se reunieron juventudes de 10 estados de la República Mexicana, lo que permitió conocerse y reconocerse en un espacio común: compartir retos como la falta de información, de recursos, de personal, de insumos, de traductores, así como desafíos como la necesidad de seguir fortaleciéndose en temas relacionados con el marco legal de la interrupción del embarazo, el panorama sobre presupuestos en SSyR y el acompañamiento con medicamentos. Este encuentro permite seguir tejiendo y fortaleciendo alianzas entre juventudes, así como definir y avanzar hacia rutas de incidencia social y política, en la exigibilidad del derecho a decidir.

Ya que el Estado mexicano aún está lejos de poder garantizar este derecho, es necesario que desde la sociedad se sigan favoreciendo espacios de diálogo como la Red, donde juventudes indígenas y afromexicanas propongan, desde sus voces y necesidades, acciones y estrategias para favorecer políticas públicas del aborto centradas en un enfoque interseccional, con énfasis en perspectivas de juventudes, interculturales y antirracistas. Esto implica revalorizar los saberes y prácticas ancestrales para acompañar en temas de SSyR en sus propias comunidades.

A sólo unos días del 28 de septiembre, el Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, Nancy participa en un círculo de bordado dentro del Campamento Nacional de Acompañantas donde comparte: “Siento que [al igual que el bordado, esta Red] es tejer con las compañeras y expresarles que son círculos de acompañamiento y espacios seguros y que también sepan que alguien te está escuchando y así como tejes el bordado, como tejes el telar, están las emociones en lo individual, también esto representa lo colectivo y hay muchas cosas que se van entrelazando en el hilo…”. Por eso, porque al igual que las acompañantas, las mujeres y personas que deciden gestar estamos juntas y tejemos en colectivo, es que este 28S saldremos a las calles y exigiremos que las políticas públicas y los presupuestos se construyan desde nuestras necesidades, recuperando los saberes de las comunidades y con enfoques antirracistas, interseccionales e interculturales para que el derecho a decidir esté garantizado para todas.

* El programa de Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de @FundarMexico trabaja para provocar cambios sistémicos y estructurales en el combate a la corrupción que permitan la garantía de los derechos sociales, a través de la generación de evidencia, el análisis de política pública y la promoción de estrategias colectivas y ciudadanas.

@ManoVuelta_AC son mujeres afromexicanas y zapotecas de Oaxaca que buscan el fortalecimiento de las niñeces y mujeres desde una perspectiva de género, antirracista y DDHH.

Fundar

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